Susana Menchero Triguero, Jefa de Área de Personas del Complejo Asistencial Benito Menni (CABM), explica en un artículo, publicado este mes de junio en el boletín de calidad e innovación de la Comunidad de Madrid, como en Hermanas Hospitalarias apostamos por la utilización de las encuestas de satisfacción de profesionales desde el año 2005, siendo uno de nuestros puntos de referencia estratégicos para la elaboración de políticas de gestión de personas.
Según comenta Susana, la encuesta se realiza cada 2 años y en ella participan todos los centros de Hermanas Hospitalarias de España, lo que permite ver la evolución de los datos y las tendencias, así como realizar comparativas entre centros. La participación es voluntaria y anónima, registrando los datos mínimos que permitan segmentar los resultados sin que sea posible identificar a la persona que ha respondido.
Evolución de las encuestas de satisfacción
Las primeras encuestas realizadas se distribuían en formato físico (cuestionarios en papel), sistema que resultaba más amigable para aquellos/as profesionales que no trabajan habitualmente con el ordenador, pero que complicaba enormemente el análisis de los datos y la fiabilidad de los mismos.
Desde el año 2019 la encuesta se realiza en formato on-line, sistema que ha agilizado el análisis de los resultados y ha aportado mayor fiabilidad a la prueba. Sin embargo, pese a las muchas bondades de este formato, la implantación del mismo no ha estado exenta de dificultades, ya que la mayor parte de la plantilla de nuestros centros no trabaja con el ordenador de forma habitual, por lo que en muchos casos se ha visto resentida la participación, que recordemos debe ser voluntaria.
Factores clave de éxito
Para contrarrestar las dificultades que puedan surgir en este aspecto, es esencial contar con una sólida campaña de comunicación, informando por diferentes canales de las fechas clave y del objetivo de la encuesta, así como el envío de recordatorios periódicos animando a la participación. A su vez, es necesario dotar de tiempos y espacios, para aquellas personas trabajadoras que no dispongan de ordenador, proporcionándoles las herramientas y asesoramiento técnico si lo requieren, así como el tiempo necesario para la realización de la prueba, sin que ésta se vea condicionada por la actividad diaria o la carga de trabajo.
Otro de los factores esenciales para una implantación exitosa de la encuesta, es contar con la participación e implicación de la Dirección y Mandos Intermedios del centro, así como la Representación de los/las Trabajadores/as, que realizan una importante labor de comunicación resolviendo dudas, eliminando prejuicios (por ejemplo, sobre la garantía del anonimato de la encuesta) y apoyando a nivel organizativo.
“Cuando te interesas por la percepción de las personas trabajadoras de tu empresa sobre sus condiciones laborales, sus necesidades de formación o su relación con sus responsables, ya estas influyendo positivamente en el clima laboral. Solo por el mero hecho de consultar, estás empoderando a tu equipo, que encuentra un altavoz para poder trasmitir cómo se siente en su entorno laboral, los puntos fuertes y las áreas de mejora, sin importar su rango o categoría profesional porque todas las voces son escuchadas” explica Susana.
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